Alonso puntualiza que el asunto es «competencia exclusiva del Estado».

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El Gobierno insiste en que el cambio aún se está estudiando, aunque en Tráfico aseguran que esto sería «técnicamente posible». El rechazo a los distintos es generalizado en el sector automovilístico español. Las principales asociaciones expresaron rechazo a la iniciativa anunciada por Interior de estudiar la inclusión de un distintivo autonómico en las placas de las matrículas de los vehículos.

En su opinión la existencia de distintivos autonómicos en las matrículas provocaría la existencia de «mercados estanco, que tan perjudiciales son para la venta de vehículos usados».

La postura contraria a esta iniciativa está apoyada por la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor), la Asociación Nacional de Importadores de Automóviles (Aniacam), la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto), la Federación Catalana de Vendedores de Vehículos a Motor (Fecavem), el Real Automóvil Club de España (RACE), la Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes (Sernauto) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam).

Todas estas organizaciones consideran que la medida supone un paso atrás para el sector ya que conlleva un obstáculo para la comercialización de los vehículos usados, por las resistencias de determinadas provincias a aceptar vehículos matriculados en otras.

Las organizaciones recuerdan que la supresión del distintivo provincial en 2000 permitió la agilización del mercado de segunda mano que, desde diciembre de ese año acumula un incremento del 22,7% y el volumen de negocio para este sector se sitúa en 6.700 millones de euros.