Mercedes Rico-Godoy, directora general de Asuntos Religiosos.

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Durante el primer trimestre se iniciarán en las ciudades con más presencia de musulmanes, entre ellas Madrid, Barcelona y en las de Andalucía y Levante. La responsable de Asuntos Religiosos visitó ayer un colegio de Melilla donde se imparten clases de Islam y dijo que la experiencia de esta ciudad, donde se implantó esta asignatura hace cuatro años, puede servir para el resto del país «por lo bien que funciona».

En este sentido, subrayó que «los fieles son los primeros en controlar y rechazar de su seno a las personas que vienen a manipularlos porque el uso de la religión para apoyar fines no religiosos es tan viejo como la historia» y así dijo que «ahora está ocurriendo hasta cierto punto con el Islam, pero podemos poner ejemplos desde hace miles de años porque se ha hecho siempre y son los propios fieles los que tienen que expulsarles». Por último, se manifestó en contra de trasladar a España la conocida como 'Ley del Velo' que se aplica en Francia porque dijo que «en nuestro país tenemos otro tipo de cultura que no nos hace dar esa importancia tan grande a esos símbolos mientras no interfieran».

Por otro lado, dijo que el Gobierno no controlará los mensajes que dirigen los imanes en las mezquitas y abogó por que sean los propios musulmanes que acuden a estos templos los que realicen «un autocontrol» para evitar que se lancen discursos extremistas o que fomente el terrorismo.

Ante este anuncio, el presidente de la Confederación de Federaciones Católicas de Asociaciones de Padres de Alumnos de Andalucía (Confapa), Juan Rodríguez, mostró su «sorpresa» por el hecho de que «el Gobierno quiera hacer no evaluable la asignatura de Religión y, ahora, diga que va a enseñar Islam en las escuelas».