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El papa Juan Pablo II pidió ayer a la Iglesia católica que ayude a las víctimas del sida, sobre todo en las regiones más afectadas, pero no mencionó el polémico recurso del preservativo. El Papa recordó que la Santa Sede creó la Fundación «El buen samaritano» para contribuir a ayudar a las poblaciones más amenazadas por el sida ofreciendo medios terapéuticos. El jefe de la iglesia católica evitó hablar de las polémicas suscitadas esta semana tras el llamado al orden hecho por el Vaticano a la iglesia española después de haberse pronunciado a favor del preservativo en el marco de la lucha contra el sida.

Por otra parte, el obispo de Mondoñedo-Ferrol, José Gea Escolano, afirmó ayer que «ni siquiera el mismo Papa puede cambiar lo que ha sido definido» por el Supremo Magisterio de la Iglesia. Se refiere a la polémica sobre el preservativo para evitar el contagio del sida, «inaceptable para la Iglesia», de forma que si el secretario de la Conferencia Episcopal hubiera dicho lo contrario, «ni habría que hacerle caso», aunque sostiene que sus palabras tras la entrevista con la ministra de Sanidad fue «una manipulación».