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Un grupo de estudiantes de último curso de la licenciatura de Geografía de la Universitat de les Illes Balears (UIB) realizó en diciembre en Eivissa un trabajo de investigación sobre la política de carreteras en el que concluye que «los proyectos que se plantean no responden a unas causas reales para solucionar los problemas del tráfico y de la mortalidad». Considera, además, que los proyectos son «desmesurados» y que presentan un coste demasiado elevado que «endeudará a la administración», argumentos que coinciden plenamente con los que mantienen los partidos de la izquierda y la Plataforma Antiautopista.

El trabajo forma parte del Practicum de Geografía Humana y Análisis Geográfico Regional, cuyo tutor es Macià Blázquez, doctor en Geografía y presidente del GOB Mallorca. Esta asignatura, de segundo ciclo de carrera, consiste exclusivamente en la realización de una investigación sobre un tema. Cada año se elige una isla distinta, donde se realiza el trabajo de campo durante una semana aproximadamente. Este año tocó Eivissa y los alumnos hicieron un trabajo sobre el PTI, sa Penya, ambos ya publicados por este periódico, así como el de carreteras.

El objeto de este último es comprobar «la validez de los proyectos viarios» para solventar «las elevadas intensidades de tráfico diario de las carreteras y los datos referentes a la peligrosidad y la mortalidad». Para ello, los estudiantes analizaron la peligrosidad de las vías evaluando los índices de mortalidad y peligrosidad, así como la intensidad media del tráfico, basada en la IMD del 2002. También se llevó a cabo un análisis de los nuevos proyectos (segundo cinturón, Sant Antoni y aeropuerto) y un cálculo de la oferta de transporte público.

En sus conclusiones, también se atribuye el desarrollo de estas infraestructuras a «intereses económicos», por lo que, según dice este grupo de estudiantes de cuarto de carrera, se «da carta blanca a la construcción de grandes infraestructuras en lugar de mejorar las carreteras ya existentes y de potenciar el transporte público». Este estudio determina que una de las principales causas de mortalidad en verano se debe a «la falta de regulación de los horarios de las discotecas».

Los estudiantes destacan la «alta motorización» de la isla, con 933 vehículos por cada 1.000 habitantes y apuntan que la red viaria se utiliza en un 94% por el transporte privado. Hacen referencia a las carencias del transporte público, y la fuerte estacionalidad, y concluyen que la política de construcción de carreteras supone «un freno al desarrollo y mantenimiento de este servicio».