Rainiero, entre sus dos hijas en una imagen reciente.

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EFE-MÓNACO
Los médicos que atienden a Rainiero de Mónaco subrayaron ayer sus reservas sobre la posible evolución del estado del príncipe monegasco, pese a que fuentes próximas al Palacio habían interpretado horas antes la estabilización constatada desde el fin de semana como una leve mejoría. Los tres facultativos indicaron que «las condiciones cardíaca, pulmonar y renal hacen que el pronóstico vital siga siendo extremadamente reservado», a pesar de la diálisis que se le había realizado el día anterior, y teniendo en cuenta que no utilizaban el «extremadamente» desde el pasado sábado.

Unas horas antes de que los médicos establecieran el nuevo parte, fuentes próximas al Palacio habían indicado que el soberano «va un poco mejor», con la precisión de que esa mejoría se deriva únicamente de la constatación de que se ha detenido el deterioro de las funciones vitales.

El domingo habían empezado a hablar de la estabilización de las funciones vitales de Rainiero y ayer volvieron a confirmar por tercer día consecutivo esa estabilización de los parámetros biológicos del soberano, que ha sido sometido a tres sesiones de diálisis renal.

El príncipe no se encuentra en coma, sino consciente, aunque para respirar necesita ventilación asistida, y por eso «está dormido, pero puede oír», según las mismas fuentes.

Rainiero ingresó el pasado día 7 en el Centro Cardio-Torácico de Mónaco por un problema bronco-pulmonar agudo que arrastra desde hace años. Pero el martes de la semana pasada sufrió un brusco empeoramiento que se tradujo en partes médicos cada vez más alarmistas hasta que el del pasado domingo marcó un punto de inflexión en esa escalada.