El Pontífice se asomó a la ventana de sus habitaciones, pero no pudo articular palabra alguna.

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El papa Juan Pablo II continúa su «lenta y progresiva convalecencia» y para facilitar su recuperación «ha comenzado a recibir nutrición mediante la colocación de una sonda nasogástrica», según informó ayer el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, en un comunicado. El Pontífice se asomó ayer a la ventana de sus habitaciones e intentó volver a decir algunas palabras para bendecir a los fieles, pero no lo consiguió, al igual que ocurrió el Domingo de Resurrección.

«Para mejorar la aportación calórica y favorecer la recuperación de las fuerzas, se le ha comenzado a nutrir mediante un sonda», añade el Vaticano en el comunicado, que precisa que este sistema permite «mejorar el aporte calórico y favorecer una recuperación válida de sus fuerzas». Navarro Valls ha añadido que el Papa «continúa su lenta y progresiva convalecencia» y transcurre varias horas sentado y recibiendo a sus colaboradores, «siguiendo directamente las actividades de la Santa Sede y la vida de la Iglesia». El portavoz puntualizó también que la asistencia sanitaria al Papa corre a cargo de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, bajo la dirección del doctor Renato Buzzonetti, médico personal del Santo Padre.

La intervención confirma los rumores surgidos estos días según los cuales el Papa tenía serias dificultades para alimentarse, pero desmiente, indirectamente, la noticia de que el Pontífice debía ser sometido a una nueva operación para ser colocada una sonda gástrica.

La técnica consiste en la introducción de una sonda desde uno de los orificios nasales hasta el estómago. La nutrición enteral se emplea en aquellos pacientes que no son capaces de ingerir los alimentos por vía oral, que es lo que le ocurre al Papa, ya que debido a la traqueotomía a la que fue sometido el pasado 24 de febrero y al Parkinson no consigue deglutir los alimentos.

Tras esta intervención, surgen varias preguntas, como el tiempo en que deberá el Papa ser alimentado artificialmente y si tendrá que volver a ser ingresado para una nueva operación.