Muchos inmigrantes, la mayoría sin los documentos necesarios, se
acercaron a sus ayuntamientos e incluso pasaron la noche ante ellos
para pedir el empadronamiento por omisión que acredite su
residencia en el país antes del 8 de agosto de 2004 y les permita
acogerse al proceso de regularización. Las primeras colas del
proceso no se registraron así ante las oficinas de la Seguridad
Social que tramitan los expedientes, sino ante las oficinas
municipales, cuyos funcionarios tuvieron que explicar repetidas
veces con qué documentos públicos se puede acreditar la residencia
ante la confusión de los interesados.
En la Región de Murcia, centenares de inmigrantes pasaron la noche
sentados en la acera, de pie o sobre colchones y mantas ante los
ayuntamientos de Murcia, Lorca, Cartagena o Torre Pacheco. La misma
barrera se encontrarán, por ejemplo, muchos de los extranjeros que
se acercaron al Ayuntamiento de Zaragoza con «carpetas llenas de
papeles», desde giros postales hechos a sus familias a través de
correos hasta facturas de reparación de sus automóviles, según
explicó el teniente de alcalde de Interior, Florencio García
Madrigal.
En Madrid, donde ante el elevado número de peticiones la
Seguridad Social ha decidido abrir dos oficinas con horario
ininterrumpido, no se registraron aglomeraciones para solicitar el
empadronamiento por omisión, pero sí dudas y confusión entre los
centenares de inmigrantes que se acercaron a las juntas de
distrito. Uno de los principales problemas fue el idioma, ya que
los funcionarios debían explicar los requisitos a «una torre de
Babel» de ciudadanos que sólo recibían un folio en castellano en el
que consta que deben aportar para demostrar su residencia», sin
especificar cuales.
En El Ejido, según relató su alcalde, Juan Enciso, se pasó «un
fin de semana muy duro», pues en algunos momentos se llegaron a
contabilizar hasta dos mil inmigrantes a las puertas del
consistorio. Cientos de inmigrantes colapsaron desde primera hora
de la mañana los servicios sociales y las sedes de los principales
ayuntamientos freseros de Huelva, tras pasar en algunos casos la
noche a las puertas y las largas colas se repitieron en Málaga y
Granada. Muchos inmigrantes hicieron cola también ante el
Ayuntamiento de Barcelona, aunque ese consistorio no atenderá a los
solicitantes del empadronamiento por omisión hasta el miércoles. La
mayoría de los extranjeros que querían documentarse formaban en la
capital catalana parte del grupo de unos 300 que están en huelga de
hambre en diversos locales e iglesias.
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