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EFE-LONDRES/MADRID

Amnistía Internacional (AI) denunció ayer la lapidación de una afgana por adulterio, «un escándalo de derechos humanos» que demuestra la discriminación que sufren las mujeres en Afganistán pese al nuevo régimen.

AI indicó que la muerte, la semana pasada en la provincia afgana de Badakhan, de una mujer de 29 años de la que sólo se conoce su nombre, Amina, es la primera ejecución de una esposa por cometer adulterio desde la caída de los talibán, a finales del 2001.

«El caso de Amina demuestra el fracaso del Gobierno afgano para proteger, garantizar y dispensar justicia, particularmente para las mujeres», señala AI. «La discriminación contra las mujeres en Afganistán continuará teniendo graves consecuencias hasta que el Gobierno tome medidas concretas para acabar con ella», apuntó.

Amina fue obligada a salir de casa de sus padres por su marido y autoridades locales y después fue apedreada públicamente hasta la muerte. El hombre con el que cometió adulterio recibió cien latigazos y fue liberado, explicó AI.

Un tribunal local había condenado a muerte a la mujer, lapidada unas 48 horas después. El Ejecutivo afgano, agregó Amnistía Internacional, ha prometido investigar el suceso. El Congreso español aprobó ayer una declaración institucional en la que reprueba el hecho y pide a las autoridades el esclarecimiento de lo sucedido, la persecución de sus autores y la «abolición definitiva» de estas prácticas.