Emilio, a la izquierda, pone la alianza a Carlos, con quien lleva conviviendo más de 30 años.

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Después de treinta años juntos, Emilio Menéndez y Carlos Baturín celebraron ayer su boda en el Ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid), una breve ceremonia que se convirtió en la primera boda entre homosexuales, emotiva y reivindicativa.

Emilio Menéndez (español) y Carlos Baturín (psiquiatra estadounidense) se conocieron hace 30 años en una cafetería de Madrid, y están juntos desde entonces: «Él me miró interesado y yo no podía imaginarme que un tío tan guapo se fijara en mí», dijo Emilio.

Ocho días después de que la nueva ley entrara en vigor, ofició el enlace el concejal de IU de Tres Cantos José Luis Martínez Cestau, quien aseguró sentir una «especial ilusión» ante una ceremonia que ponía fin a «una serie de injusticias» y era «ejemplo de igualdad entre todos los ciudadanos».

Nada más contraer matrimonio, los cónyuges, que han vivido en Massachusset, el único estado estadounidense que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, recibieron una lluvia de arroz en el día «más feliz» de su vida.

Ayer quería decirle «a todo el mundo que el amor es muy bonito, que somos familia y como somos familia hemos querido casarnos como hacen todas las familias».

«Hoy somos un poco más familia», corroboró Carlos antes de que Emilio diera las gracias al Gobierno, al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, a todos los políticos que han apoyado la ley y también a los funcionarios del Ayuntamiento de Tres Cantos, que se portaron «fenomenal». Son ya mayores para adoptar niños, pero Carlos apuntó que «si nos pilla años atrás lo hubiéramos hecho, posiblemente».

La boda, que querían en la intimidad, se celebró entre una veintena de invitados -entre ellos el dirigente socialista Pedro Zerolo- y una treintena de periodistas, con diez cámaras de televisión.