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Jordana González, sevillana de nacimiento y mallorquina de adopción desde los dos años y medio, se ha convertido en la sensación de Porto Cristo desde que salió en la revista «Interviú» como participante en el concurso Chica 2005 de la conocida publicación. «Todo fue muy improvisado y rápido, casi no tuve tiempo ni de pensármelo», dice Jordana. «Envié unas fotos porque vi que se anunciaba el concurso y me llamaron dos días antes de venir a hacerme la sesión fotográfica en Cala Bona. No me lo pensé y me lancé porque es una oportunidad que sólo te pasa una vez en la vida y estoy muy orgullosa y contenta de haberla aprovechado».

Aunque asegura que «cuando hice las fotos tampoco pensé en lo que vendría después». Esta joven de veinte años con ojos de gata trabaja de cajera en un supermercado de Porto Cristo y comenta que son muchos los curiosos del mismo pueblo de Porto Cristo y de las localidades cercanas de Cala Millor o Manacor que se acercan hasta el establecimiento para verla en persona. «Desde que salió la revista incluso me pitan cuando voy por la calle y hay gente que me saluda que no se ni quién es». Y no es de extrañar porque en Porto Cristo se agotaron todos los ejemplares de la revista el primer día que ella salía en la sección de Chica 2005.

En los inicios del concurso, Jordana ni siquiera salía en el ránking, pero en sólo una semana ha pasado de la novena posición a la sexta. Con una belleza impecable va ganando sitios hacia la cabeza de la lista de las concursantes. Las seis finalistas de las 12 chicas que se han presentado al concurso Chica Interviú 2005 tienen la posibilidad de asistir a un concierto en el que habrá cazatalentos y las tres primeras harán una entrevista en la televisión. Será el perfecto trampolín a la fama «aunque si no sale nada que me ayude a meterme en el mundo de modelo de fotografía seguiré trabajando de cajera en el supermercado de Porto Cristo y tan contenta como siempre», terminó diciendo Jordana González.