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Uno de cada tres británicos considera que una mujer no pueden quejarse si la violan «cuando se ha dedicado a coquetear abiertamente, va vestida de modo indecoroso o se emborracha». Ese es el resultado de una encuesta encargada por Amnistía Internacional (AI), que ha suscitado fuerte preocupación entre los grupos de apoyo a las víctimas de la violencia machista.

Un segundo informe, publicado también ayer, atribuye al desinterés de la policía el hecho de que no se denuncien muchas violaciones o que tan sólo en contadas ocasiones se condene a los responsables. Según el primer sondeo, una de cada cinco personas cree que la mujer tiene la culpa de que la violen si ha demostrado promiscuidad sexual en el pasado. Aproximadamente el mismo porcentaje considera que si una mujer camina por una zona peligrosa o abandonada y es asaltada sexualmente, ella misma se lo ha buscado, al menos en parte. La percepción del millar de hombres y mujeres consultados para el sondeo de AI es muy similar por lo que se refiere a la atribución de responsabilidad a la propia víctima.