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El noreste de China y la frontera con Rusia afrontan un desastre natural de grandes proporciones tras la explosión de una planta petroquímica, la semana pasada, que contaminó con benceno las aguas del río Songhua. Las autoridades de Heilongjiang advirtieron que «necesitan urgentemente» 700 toneladas de carbón activo que sirvan como filtro para la grave contaminación del río Songhua, afluente del Amur (frontera natural chino-rusa) y afectado por la explosión de una planta petroquímica el pasado 13 de noviembre.

Según el Gobierno provincial, se necesitan 1.400 toneladas de carbón activo (utilizado en depuración de aguas) para absorber todo el benceno que contamina el Songhua. De acuerdo con el teniente de alcalde de Harbin (capital de Heilongjiang), Wang Shihua, sólo cuentan con 700 toneladas, y deberán reunir la otra mitad hoy, 24 de noviembre, para conseguir una total limpieza del río.

La explosión de la planta petroquímica el 13 de noviembre, en la vecina provincia de Jilin (donde nace el Songhua), causó cinco muertos y obligó a evacuar a unas 10.000 personas, pero no se habían confirmado efectos en las aguas de la zona hasta hoy.

La decisión tomada por Harbin el martes, de cortar el suministro de agua durante cuatro días, disparó los rumores al respecto, hasta que ayer la Administración Estatal de Medio Ambiente tuvo que reconocer la fuerte presencia de elementos contaminantes en la corriente.