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Ya es verano en el reloj. El domingo los relojes deberán adelantarse una hora, de manera que a las dos de la madrugada deberán fijarse a las tres, en cumplimiento de una directiva europea para aprovechar más las horas de luz y ahorrar energía.

Se estima que en España el ahorro en iluminación en el sector doméstico puede alcanzar el cinco por ciento. Los expertos recomiendan acostarse una hora antes de lo habitual para disminuir las consecuencias en las personas con insomnio. El cambio de hora afecta a todos los países europeos, aunque la generalización se ha llevado a cabo paulatinamente.

Esta adaptación de los relojes a la luz solar comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde el año 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.