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EFE-OVIEDO

La enfermedad conocida como trastorno de la personalidad supone entre un cinco y un diez por ciento del total de las consultas que se realizan en centros de salud mental.

Aunque se conoce desde hace un siglo, la capacidad para identificar y tratar esta enfermedad es muy reciente, y la incidencia de estos trastornos radica en su frecuencia y en las grandes consecuencias que tienen tanto para el paciente como para su entorno social.

Muchos trastornos tienen su origen en un entorno familiar y social adverso para el individuo. En otros casos, tienen preeminencia los genes, que hacen que una persona, en un ambiente hostil, tenga más posibilidades que otra a desarrollar un trastorno de la personalidad.

El principal problema de esta enfermedad es que suele ser la puerta de entrada de otros problemas mentales más serios, como son los adictivos o psicóticos.