Un grupo de soldados australianos vigila un campo de refugiados en Timor Oriental.

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Con motivo de la celebración del Día Mundial del Refugiado, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado en un informe que más de 9,2 millones de refugiados y 25 millones de desplazados internos en más de 40 países «viven ignorados por la comunidad internacional» y «acosados por las enfermedades, la violencia diaria y el temor a ser reasentados por la fuerza».

Uno de los mayores problemas es que tal y como se define actualmente la situación legal, la protección de los desOlados recae en los Estados en los que estos se encuentran, «toda una paradoja teniendo en cuenta que estos mismos Estados son a menudo los causantes de la crisis o se ven incapacitados para afrontarla», asegura la organización.

Según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), casi un millón de personas viven en campos de refugiados en Pakistán, otras 600.000 en Tanzania y 260.000 en Chad. En cuanto a los desplazados, según la agencia, hay tres millones de personas en Colombia y más de dos en Darfur.

Los desplazados internos, aquellos que no han cruzado ninguna frontera internacional, «se encuentran si cabe en una situación de desprotección aún mayor, ya que jurídicamente no fueron incluidos en el régimen legal e institucional internacional creado hace 50 años para los refugiados», denunció la organización.

En cuanto a la situación en los campos de refugiados y desplazados, MSF asegura que en las primeras semanas de una emergencia, las tasas de mortalidad pueden ser hasta 60 veces superiores a la media de la región. El caso de los desplazados de la región sudanesa de Darfur es uno de los más críticos. En Korma, una encuesta de MSF determinó que la tasa de mortalidad de los niños menores de 5 años llegaba a 2,2 por 10.000 personas y por día y a 1,3 la tasa general.