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El uso largo y continuado de asientos de automóvil con calefacción puede limitar y reducir seriamente la capacidad de procrear en los hombres, según advirtió ayer el urólogo alemán Herbert Sperling.

El calor que despiden esos asientos tiene una influencia negativa en la producción de esperma, dijo Sperling, presidente de la Sociedad Alemana de Andrología, que esta semana celebra su congreso anual en Düsseldorf.

«Creo que la calefacción de asiento conlleva mas peligro que los pantalones estrechos y ajustados», subrayó el experto, quien comentó que el uso prolongado de ese dispositivo no solo reduce la cantidad de esperma, sino que vuelve mas lentos a los espermatozoides y multiplica sus malformaciones.

Agregó que, mientras la temperatura media del escroto es de unos 35 grados, la calefacción de asiento la incrementa hasta los 38 grados centígrados, y aconsejó que quienes dispongan de ese mecanismo lo apaguen en cuanto entren en calor.