Activistas británicos se manifestaban ayer, vestidos con monos naranja y esposados, en Birmingham.

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EFE-NACIONES UNIDAS/GUANTÀNAMO
El nuevo secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon, consideró ayer que el centro de detención en la base militar de EEUU en Guantánamo (Cuba) debe cerrarse.

Una delegación pacifista encabezada por la estadounidense Cindy Sheehan, que perdió a su hijo en Irak, exigió ayer el cierre de la cárcel durante una marcha que llegó a pocos kilómetros de la base cubana.

En su primera rueda de prensa desde que asumió el cargo, el pasado 1 de enero, Ban dijo que «al igual que mi predecesor (Kofi Annan), creo que la base de Guantánamo debería cerrarse. El presidente (de EEUU) George W. Bush ha señalado también que le gustaría cerrarla».

La declaración del nuevo secretario general de la ONU se produce justo antes de la entrevista que celebrará la próxima semana con el presidente norteamericano en la Casa Blanca.

Asimismo, las manifestaciones de Ban coinciden con el quinto aniversario de los primeros internamientos en Guantánamo de presuntos militantes de la red terrorista Al Qaeda. Desde su apertura, más de 750 personas han permanecido recluidas, sin que ninguna de ellas haya sido condenada formalmente por delito alguno.

La delegación está integrada además por el ex preso Asif Iqbal; Zohra Zewawi y Taher Deghayes, madre y hermano del detenido Omar Deghayes, recluido desde 2002; la ex coronel estadounidense Ann Wright, el abogado Bill Goodman y la activista de Global Exchange Medea Benjamin. Alrededor de una veintena de personas encabezadas por Sheehan marcharon hasta las proximidades de la puerta 8, una de las principales entradas a la base, situada a unos 7 kilómetros de la frontera con el territorio de EEUU donde se encuentra la cárcel.