La Reina, junto a don Felipe, acompaña a la madre de la Princesa, Paloma Rocasolano. Foto: J.L. PINO/EFE

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La Reina y los príncipes de Asturias llegaron ayer, poco antes de las 20.30 horas, a la parroquia de La Anunciación de Nuestra Señora para asistir a la misa funeral por el alma de Erika Ortiz Rocasolano, celebrada a petición de su familia. Doña Sofía, acompañada de su hija la infanta Elena, y de su hermana, la princesa Irene de Grecia, fue la primera en llegar en un automóvil. Seguidamente lo hicieron los príncipes de Asturias junto a Paloma Rocasolano y sus padres, Francisco y Enriqueta, y la otra hermana de Erika, Telma Ortiz.

Nada más bajarse de los automóviles, la Reina cogió cariñosamente a Paloma Rocasolano del brazo, mientras que la princesa de Asturias hizo lo propio con su abuelo materno, ayudada en este caso por la infanta Elena. En la puerta principal de la parroquia se encontraba, desde quince minutos antes, el padre de la princesa de Asturias, Jesús Ortiz, junto con su esposa, Ana Togores, y su madre, Menchu Àlvarez del Valle.

Asistieron también al funeral los duques de Soria, la infanta Margarita y Carlos Zurita, acompañados de sus hijos, Alfonso y María, así como el primo de los príncipes de Asturias Bruno Gómez-Acebo. Asimismo, asistieron al funeral Antonio Vigo, padre de la hija de Erika: su pareja actual, Roberto García, y Emilio Aragón, presidente de la cadena de televisión La Sexta, en cuya empresa trabajaba la fallecida Erika Ortiz.