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SAN FRANCISCO. EFE. Al igual que sucedió con otros famosos, el sitio de subastas online eBay se ha convertido en depositario de todo tipo de parafernalia relacionada con Anna Nicole Smith, mientras internet hierve con vídeos y bitácoras en torno a la extraña muerte de la modelo. El fallecimiento de Smith el pasado día 8 a los 39 años ha desatado una fiebre online, y no sólo por la avalancha de bitácoras y sitios online de dudoso gusto que ofrecen todo tipo de detalles escabrosos, sino también por el aluvión de oportunistas que buscan ganarse unos dólares aprovechando el tirón de su fama. Entre los objetos relacionados con la modelo a la venta en eBay se encuentran medias, muñecas de pelo rubio oxigenado, un dominio de internet -thestoryofannanicolesmith.com- o páginas centrales de PlayBoy de 1993, cuando la revista la eligió «conejita del año«. Esta fiebre parece confirmar que eBay se ha convertido en una especie de termómetro de los elementos noticiosos favoritos de la prensa amarilla. Desde el jueves pasado, cuando fue encontrada inconsciente en el hotel Hard Rock, en las cercanías de Miami (Estado norteamericano de Florida), el precio de sus recuerdos se ha multiplicado hasta alcanzar en el caso de las fotos, los trescientos dólares. Internet está, por otra parte, saturado con cientos de vídeos, imágenes y textos colocados en sitios como Facebook o YouTube, donde se puede ver a Smith hecha una auténtica bola (la modelo llegó a engordar más de treinta kilos que después perdió milagrosamente). Aunque algunas webs la dejan en buen lugar, como www.annanicolesmithdies.com, la mayoría aprovecha para arremeter contra ella con comentarios del tipo de «finalmente estará junto al marido al que tanto amó«, en referencia al millonario y magnate del petróleo Howard Marshall, con el que se casó en 1994, catorce meses antes de que éste falleciese y se iniciara una agria disputa legal en torno a su herencia. El culebrón continuó el lunes, por otra parte, con la publicación de unas fotografías en The Tribune, un rotativo de las Bahamas, en las que Smith aparece abrazada al ministro de Inmigración de las islas, Shane Gibson, el mismo que autorizó su petición para obtener la residencia permanente.