Las bandas de gaviotas y otras aves suelen ser habituales en los aeropuertos costeros por lo que hay un equipo de halconeros formado por tres personas en el aeródromo ibicenco que trabaja para vigilar el cielo y evitar mediante la cetrería el impacto de un ave contra el motor de una aeronave. El equipo se organiza para cubrir el servicio desde el amanecer hasta el anochecer encargándose de volar los halcones para ahuyentar las aves que atraviesan la pista de aterrizaje, además de criar, cuidar y adiestrar a las rapaces para la caza. Para realizar esta labor cuentan con cuatro halcones y dos Harris Hawk.
En la halconera se encuentra también un ejemplar de halcón peregrino, un búho real y una pareja de Harris que se ha destinado a la cría y que son los padres de los dos polluelos nacidos, que serán criados por los halconeros para dejar que la pareja de Harris haga otra puesta.
Además de la cetrería, el aeropuerto ha adquirido una linterna láser que sirve para ahuyentar las aves durante la noche.
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