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El juez sustituto del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Alicante, quien invocó a Dios a la hora de emitir una sentencia, presentó su renuncia al cargo.

La decisión adoptada por el juez Alfonso Rossi de Barbazzale y Carreño fue conocida la mañana de ayer por la Sala de Gobierno del TSJCV, órgano judicial que tenía previsto analizar la queja que presentó la Fiscalía de la Audiencia de Alicante por el contenido del auto suscrito por el citado juez.

El juez Alfonso Rossi de Barbazzale y Carreño revocó una orden de alejamiento dictada sobre una madre hacia su hija por considerar que «no se puede privar a los hijos de su madre, ni a ésta de sus hijos».

«Pido a Dios que me asista en el cumplimiento de mi deber», recogió textualmente el juez sustituto en su auto y como paso previo a su decisión jurídica.

«Lo único que siempre nos queda es la familia. Mi tarea es, entre otras, suavizar dentro de la Ley las relaciones dolorosas a fin de que se pueda progresar en la búsqueda de una reconciliación», añade el juez en su resolución, dictada el 25 de septiembre de 2006. «Desde mi punto de vista es imposible basar una medida en nombre de Dios», declaró entonces Romero, quien no entendió el porqué de las aportaciones del juez sustituto en el auto.