Un niño camina en un basurero en busca de metales y botellas para venderlas posteriormente. FOTO: EFE

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EFE/EP-MADRID/BARCELONA En los últimos meses están creciendo los casos de explotación de niños en España, ya sea explotación sexual o venta de niños. Algo que nos parece ajeno en Occidente pero que resulta bastante frecuente en otros continentes.

Sin ir más lejos, ayer agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a un hombre de nacionalidad rumana reclamado por las autoridades judiciales de su país que le acusan de vender a una compatriota menor de edad por 2.000 euros para ser explotada sexualmente. La detención en Madrid de Sandu P., de 35 años y natural de Peretu (Rumanía), fue llevada a cabo por agentes del Grupo de Localización de Fugitivos.

Sandu P., que en el momento del arresto portaba documentación falsa a nombre de otro compatriota, tenía una Orden Europea de Detención y Entrega emitida por las autoridades judiciales rumanas, por un delito relativo a la prostitución e inmigración ilegal. Según esta orden, en enero de 2002, Sandu, que formaba parte de una organización dedicada a la explotación sexual, reclutó a una menor a quien facilitó un pasaporte y una cantidad de dinero y trasladó a España para venderla posteriormente por 2.000 euros.

Tutela
La Generalitat ha asumido la tutela de una menor de casi tres años, natural de Guinea Ecuatorial, después de que los Mossos d'Esquadra hayan detenido a su tía porque presuntamente la vendió a una pareja de Cubelles (Barcelona) para que la acogieran en adopción. Fuentes de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) y de los Mossos d'Esquadra confirmaron esta información publicada ayer por el diario La Vanguardia, que detalla que el matrimonio, que ya tenía otros dos hijos, pagó 2.000 euros a cambio de la niña. La DGAIA se ha hecho cargo de la tutela de la menor, que permanece en un centro de acogida. Por su parte la tía, P.B.L., de 45 años, fue detenida después de que la abuela de la niña denunciara a la policía que sospechaba que la había vendido.

El pasado mes de marzo la pequeña E., nacida el 31 de diciembre de 2004, llegó al aeropuerto de El Prat acompañada de una de sus tías, hermana del padre de la menor, que la había ido a buscar a su país de origen porque los progenitores habían renunciado a ella por problemas económicos.

La abuela desconocía los planes de su hija y tía de la pequeña, Paciencia B.L.. La tía, vecina de Ripollet (Barcelona), habría cobrado unos 2.000 euros en concepto de trámites y por los billetes de avión. La abuela intentó ver a su nieta, pero la tía siempre le daba excusas como que estaba en casa de amigos. Sin embargo, un día vio en casa de la tía una fotografía de la niña, hecha en España, acompañada de un matrimonio al que no conocía. También encontró unos documentos en los que aparecía el nombre de pila de la niña con unos apellidos distintos a los de su familia.