Imagen captada el pasado 30 de diciembre durante una visita de la pareja al Cairo. Foto:KHALED EL FIQI-EFE

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ANNE LEROUX-PARÍS

Tres meses y medio después de su segundo divorcio y cuando su popularidad cae en picado en los sondeos, el presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, se casó ayer en el Elíseo con la cantante y ex modelo italiana Carla Bruni.

Fue el alcalde del selecto distrito VIII de París, Francois Lebel, oficiante de una ceremonia que duró «unos 20 minutos», quien dio la noticia, poniendo fin a semanas de rumores.

«He casado a dos personas» que «viven en el 55 de la calle Faubourg Saint-Honoré» (dirección del Elíseo), dijo Lebel.

La novia, de 40 años, iba vestida de blanco para su primer matrimonio. Estaba «radiante», según el alcalde, para quien el novio, de 53 y presidente desde mayo, «tampoco estaba mal».

Arropados por una veintena de familiares y amigos en esa ceremonia «íntima», en la primera planta del Palacio presidencial, los dos estaban «emocionados y felices», y, según la tradición, intercambiaron anillos y un beso, precisó Lebel.

Con la memoria alterada quizás por esa experiencia «excepcional», dijo que era el primer presidente de la República que se casaba durante su mandato. En la V República, sí. Pero no en las anteriores: el protestante Gaston Doumergue lo hizo, en el año 1931.

Pero es cierto que Sarkozy es el primer presidente de la República que se ha divorciado en los primeros meses de su mandato y también el primero que se casa tres veces.