Concentración de moteros en protesta por las lesiones que ocasionan los quitamiedos. FOTO: ARCHIVO R.L.

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El fiscal especial para la Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, ha lanzado ayer un mensaje a la «minoría» de motoristas «negligentes» que acudirán este fin de semana al Gran Premio de Motociclismo de España que se celebra en Jerez (Cádiz) para que respeten la ley y los derechos de los ciudadanos.

Seis motoristas murieron el año pasado durante la movilización motera en torno al Gran Premio de España de Motocilismo que se disputa en Jerez de la Frontera. Para la edición 2008 que se organiza este fin de semana, la Fiscalía de Seguridad Vial pretende sancionar de forma rápida y ejemplar a los motoristas que incumplan las normas de tráfico y conduzcan de forma temeraria y desplegará varios fiscales durante estos días en las inmediaciones del circuito y también en la localidad gaditana.

Varios fiscales estarán presentes en los alrededores del circuito para, en caso de que los agentes detecten algún acto imprudente, actuar ante el Juzgado de Guardia «para promover un juicio y una sentencia condenatoria rápida», según explicó en rueda de prensa el fiscal de Seguridad Vial, Bartolome Vargas.

A modo de ejemplo, ante la mala costumbre de un sector de los aficionados que aprovechan las avenidas jerezanas para exhibirse, Vargas explicó que hacer un 'caballito' en vía urbana poniendo en peligro la vida de otras personas está penado con entre seis meses y dos años de cárcel y con la privación entre uno y seis años del carné de conducir. «La condena es igual para cualquier delito de conducción temeraria que se produzca», recalcó el fiscal.

Esta iniciativa tiene como objetivo que «no ocurra como otros años», en los que «por imprudencias, negligencias o vulneraciones de la ley» las personas pierdan la vida durante este evento deportivo. Por ello, pidió a este colectivo que respete la legalidad y las normas de circulación en todo momento. El año pasado murieron seis motoristas en relación al GP de Jerez: cuatro cuando se desplazaban al mismo y otros dos en la propia ciudad gaditana.