El 'Sichem Defender', primer barco cargado con agua potable para el área metropolitana de Barcelona, atracó ayer en el puerto de la Ciudad Condal. Foto: REUTERS

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EFE-BARCELONA

El Puerto de Barcelona recibió ayer, en medio de una gran expectación, el primer barco cargado con agua potable procedente de pozos de Tarragona, que servirá para cubrir parte del consumo del área metropolitana, actualmente en fase de excepcionalidad por la sequía.

El buque aljibe, de nombre Sichem Defender y con bandera panameña, atracó a las 08:50 horas en el muelle de la Energía del puerto barcelonés con una carga de 19.000 metros cúbicos de agua potable, el equivalente para el consumo diario de unas 170.000 personas.

Más de un centenar de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión de varios países, como Francia, Reino Unido y Portugal, aguardaron en el muelle la llegada de este barco de 145 metros de eslora y 24 de manga, el primero de los seis que en los próximos tres meses y en más de 60 viajes al mes traerán a Barcelona casi cinco millones de metros cúbicos de agua.

A finales de mayo el sistema Ter-Llobregat estará recibiendo una aportación de 1.660.000 metros cúbicos de agua al mes, lo que representa cerca del 6% del consumo de los 5,5 millones de habitantes de la región metropolitana barcelonesa.

Desde la Agencia Catalana del Agua (ACA) se ha insistido en que todo el agua que llegue a la ciudad condal tendrá «total garantía sanitaria», pese a que algunos de los barcos utilizados hayan transportado anteriormente productos químicos.

Por otra parte, el sistema Ter-Llobregat saldrá el próximo viernes de la situación de excepcionalidad 2 y pasará a excepcionalidad 1, al aumentar hasta el 29 por ciento el nivel de los pantanos internos, lo que implica que se levantarán las sanciones y restricciones previstas por malgastar agua potable.

«Hemos salido de la Unidad de Cuidados Intensivos y hemos pasado a planta, pero seguimos en el hospital», afirmó ayer el conseller de Medi Ambient, Francesc Baltasar, para advertir de que la situación hídrica en Cataluña ha mejorado gracias a las últimas lluvias, aunque continúa «muy lejos de la normalidad».

El temporal de estos últimos días ha dejado unos veinte hectómetros cúbicos de agua en el sistema Ter-Llobregat, lo que ha situado el nivel de los embalses de esta cuenca en el 28,9% de su capacidad. Baltasar recordó, no obstante, que los pantanos internos acumulan 170 hectómetros, apenas la mitad de lo necesario para poder desactivar toda alerta por la sequía.