Dos de los 'sin papeles' rescatados, a su llegada ayer al puerto granadino de Motril. Foto: PAQUET/EFE

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OTR/PRESS-GRANADA

La habitual llegada de 'sin papeles' a las costas españolas durante los meses de verano se transformó ayer en una tragedia incluso mayor con la desaparición de 14 de las 37 personas que viajaban en una patera en el mar de Alborán. Los inmigrantes trataban de llegar a la costa de Motril (Granada), pero las autoridades tan sólo rescataron a 23, por lo que Salvamento Marítimo inició la búsqueda de los restantes. Las condiciones de las aguas y el tiempo transcurrido han convertido en «improbable» la posibilidad de hallar con vida a los desaparecidos.

El subdelegado del Gobierno en Granada, Antonio Cruz, dio los detalles del suceso ante los medios de comunicación y relató una crónica que comenzó a las 5.00 horas de la madrugada, cuando Salvamento Marítimo «tomó contacto» con una patera que había sido avistada a unas 60 millas náuticas al sur de Motril. Al llegar al cayuco, los efectivos comprobaron cómo varias personas habían caído de la barca, que sufría los efectos de embestidas de olas «de hasta cuatro metros». En total, se logró rescatar a 23 personas de nacionalidad nigeriana, tres de ellas mujeres.

Sin embargo, a su llegada a puerto, las versiones de estos inmigrantes «coincidieron» en afirmar que en total viajaban 37 personas. Inmediatamente, se inició una segunda operación para tratar de localizar a las 14 personas restantes, nueve hombres, cuatro mujeres y un menor, con la movilización de una embarcación del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, un avión de reconocimiento de Salvamento Marítimo y un remolcador de este mismo servicio. Pese a los esfuerzos, no se pudo detectar «ningún resto», con lo que comenzó a cundir el pesimismo. Un portavoz de Salvamento Marítimo reconoció lo «improbable» de localizar con vida a los catorce náufragos, y ni tan siquiera sus cadáveres.

El alcalde de Motril, el 'popular' Carlos Rojas, pidió ayer más medios técnicos y humanos «para evitar tragedias» como ésta, tanto al Gobierno central como al autonómico.

En este sentido, remarcó que «hay que trabajar desde los países de origen para evitar que las personas pierdan la vida intentando llegar a las costas de Europa».