Los negocios de comida rápida triunfan con la crisis tal y como constatan los beneficios de estas empresas.

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OSCAR TOMASI-LONDRES Mientras el número de parados aumenta, el consumo se ralentiza, las Bolsas caen y el cierre de empresas se dispara a nivel mundial, otros negocios han visto incrementar sus ventas gracias precisamente a la crisis económica, especialmente en el sector de la alimentación.

Empresas como McDonalds o Kentucky Fried Chicken (KFC), entre muchas otras de comida rápida que van desde el bocadillos, tapas, pizzas y kebabs, han hecho público el crecimiento que han experimentado sus ventas en los últimos meses a nivel mundial, y esta última incluso ha anunciado la creación de 9.000 puestos de trabajo sólo en el Reino Unido en un periodo inferior a cinco años.

El 2008 fue un buen año para los vendedores de hamburguesas, tal y como demuestran los datos registrados por otra de las más conocidas como McDonalds, que aumentó sus ventas en un 6'9 por ciento durante el año 2008.

Por continentes, el incremento registrado en Europa (8'5 por ciento) duplicó al cosechado en EEUU (4 por ciento).
Su gran competidor, Burger King, anunció también un aumento de sus ventas en países como España o el Reino Unido, así como en algunas zonas de Sudamérica.

Burger King registró un aumento en sus ventas del 5'2 por ciento durante el último semestre de 2008 gracias sobre todo al mercado latinoamericano, donde sus ventas crecieron un 11'2 por ciento en este mismo período.

El sector, que ha sido ampliamente criticado por los efectos nocivos de este tipo de comida en la población y su implicación en las altas tasas de obesidad que presentan algunos países, como EEUU, parece que se ha sobrepuesto y vive una nueva «edad de oro» propiciada por los problemas económicos de los consumidores.

En el Reino Unido este tipo de establecimientos también han estado en el ojo del huracán, y el propio ejecutivo británico presidido por Gordon Brown planteó la posibilidad de pagar a los ciudadanos por adelgazar.

No en vano, la obesidad infantil se sitúa en el país en el 30 por ciento, lo que ha llevado también a impartir clases de cocina a los alumnos de enseñanza media para evitar que recurran a la llamada «comida basura».

Trabajo
Otro de los beneficiarios de esta situación ha sido la compañía Domino's Pizza, que también ha hecho público su objetivo de ampliar su nómina de trabajadores en 1.500 nuevos empleados sólo en este año.

«Estamos viendo que mucha gente se interesa ahora por comprar comida a un precio más asequible, pero creemos que este cambio de tendencia también es el resultado de una estrategia a largo plazo centrada en ofrecer un producto de una calidad excelente junto a un buen servicio», explicaron a Efe en Domino's.