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El mundo de la política ha elogiado la discreción, la lealtad, el patriotismo y la contribución a la democracia del ex jefe de la Casa del Rey Sabino Fernández Campo, cuya capilla ardiente se ha instalado en el tanatorio de La Paz, en la localidad madrileña de Alcobendas.

Fernández Campo falleció en la clínica Ruber Internacional de Madrid, donde había sido intervenido quirúrgicamente el pasado día 12 por una afección intestinal.

Los Reyes acudieron al tanatorio para consolar y expresar su pésame a la viuda, María Teresa Àlvarez, y los hijos de Sabino Fernández Campo, quienes también recibieron la visita y las condolencias de las infantas Elena y Cristina.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, quiso rendir homenaje a Fernández Campo, «uno de los mejores militares» del país, «absolutamente leal a España y a la Corona», a quien los españoles deben sus libertades y la consolidación de la democracia.

El presidente del Congreso, José Bono, lo calificó como un «gran patriota», que «no tenía amor superior que el amor a España». También ensalzó la figura del ex jefe de la Casa del Rey el presidente del PP, Mariano Rajoy, quien lo consideró un «ejemplo de entrega, integridad y lealtad constitucional», que «permanecerá vivo en la memoria de millones de españoles».

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, también lo consideró «un gran patriota» por los servicios que prestó a España y a la Corona.

Fernández Campo se mantendrá en la memoria colectiva como un asturiano que trabajó por España con generosidad y que contribuyó a que haya una democracia madura, moderna y desarrollada, en palabras del presidente del Principado, Vicente Àlvarez Areces. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, dijo que Sabino Fernández Campo es, junto con Adolfo Suárez y Felipe González, una de las tres personas que tenían «nombre propio» en la Transición y con la que los españoles están «en deuda de gratitud» porque «es mucho lo que hizo por España».

Asimismo, el ex presidente del Gobierno José María Aznar destacó que el ex jefe de la Casa del Rey fue «un gran servidor de España y un gran patriota» y que «todos lo españoles le tenemos que estar muy agradecidos».

Igualmente, el presidente fundador del PP, Manuel Fraga, destacó el papel de Fernández Campo en el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

El histórico líder comunista Santiago Carrillo también se desplazó al tanatorio de Alcobendas para rendir homenaje a un hombre «sabio, bueno y valiente que hizo mucho por defender la democracia y la libertad».

Entre las distintas personalidades que se acercaron a dar su último adiós a Fernández Campo figuran el defensor del Pueblo, Enrique Múgica; la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y el presidente de la Audiencia Nacional, Carlos Dívar, así como la duquesa de Alba.

El ex jefe de la Casa del Rey será enterrado hoy en el cementerio de San Esteban de las Cruces de su ciudad natal, Oviedo.