Conviene refrescarse constantemente para no sufrir un golpe de calor. | Teresa Ayuga

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La ola de calor que está sufriendo España en las últimas semanas puede tener graves consecuencias en la salud, como los golpes de calor, cuyos primeros síntomas son la piel seca sin sudor, un pulso acelerado o una temperatura corporal superior a los 40 grados sin sufrir ningún tipo de infección, tal y como ha explicado la responsable de la Unidad de Medicina de Familia de la Clínica La Luz, la doctora Dolores Rodríguez.

Junto a estos, los mareos y los síntomas de confusión mental son las principales señales de este problema. «En caso de padecer esos síntomas o notar que alguien a nuestro alrededor los sufre, sobre todo si es un niño o una persona mayor, no debemos dudar, hay que buscar asistencia sanitaria de forma inmediata, ya que puede provocar el coma y, acto seguido, el fallecimiento», ha señalado Rodríguez.

La doctora Rodríguez ha explicado que «el golpe de calor se desencadena cuando, por determinadas circunstancias, como puede ser llevar varios días sufriendo altas temperaturas, el mecanismo de termorregulación del organismo deja de funcionar correctamente, lo que provoca una descompensación de la temperatura que puede poner en peligro la vida».

Este desequilibrio en el sistema termorregulador afecta más gravemente a los niños menores de 4 años y a las personas mayores, a los que hay que proteger convenientemente. Las personas que toman fármacos como los barbitúricos o los anticolinérgicos, que consumen excesivo alcohol o que sufren neuropatía diabética también están expuestas a un mayor riesgo de golpe de calor. Además, hay que evitar realizar ejercicios físicos en las horas centrales del día, aquellas en las que las temperaturas son más altas.

Otros problemas generados por las altas temperaturas son el estrés por calor, el estado de ánimo de tensión psicológica o abatimiento por la exposición al calor de forma prolongada, y el agotamiento por calor. Este último es el paso previo al golpe de calor, y se manifiesta con debilidad, malestar general, dolor de cabeza, ansiedad, una temperatura corporal ligeramente elevada y pequeños mareos.