María Dolores Flores Ruiz nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) el 21 de enero de 1923 y murió el 16 de mayo de 1995 en su residencia madrileña de El Lerele.
Su muerte conmocionó a todo el país que tributó a la 'Lola de España' un impresionante homenaje popular plasmado en las 150.000 personas que se calcula pasaron por la capilla ardiente instalada en el Centro Cultural de la Villa (Teatro Fernán Gómez) para dar a la artista su último adiós.
Hija de una familia humilde, Lola Flores comenzó ya de niña a cantar por los bares de Jerez. A los 15 años formaba parte de la compañía de variedades de 'Mary Paz' y en el año 1940 convenció a su padre para que vendiera el bar que regentaba y marchar toda la familia a Madrid.
A partir de ahí, la artista comenzaría una carrera musical y cinematográfica que en 1952 se haría internacional, cuando realizó su primer viaje a América, debutando con gran éxito en México, para continuar su gira por otros países, entre ellos, Estados Unidos.
De aquella época procede la anécdota de una crítica que apareció en el diario neoyorquino The New York Times en la que se leía: «Lola Flores, una artista española, no canta ni baila, pero no se la pierdan».
Pero Lola Flores era mucho más que su arte. Su fuerza, su carácter, hicieron de la artista un símbolo. Era querida por encima de todo. Y ella lo sabía.
Hacienda
Cuando fue condenada al pago de una millonaria multa por no haber realizado la declaración de la renta entre 1982 y 1985, la artista dijo que no sabía que no hacerlo tenía «tanto castigo» y con su habitual espontaneidad pronunció aquella famosa frase de «si una peseta me diera cada español podría pagar».
Y esa naturalidad la hizo protagonista de otra de sus más recordadas anécdotas, que tuvo lugar en 1977 durante la grabación en directo y ante público de una de sus actuaciones para el programa de Televisión española 'Esta noche, fiesta', conducido por José María Iñigo.
En un giro brusco del baile, Lola Flores perdió un pendiente, y en lugar de seguir cantando, detuvo la actuación y dijo al público: «Perdón, pero se me ha caído un pendiente enorme. Bueno, ustedes me lo vais a devolver porque mi trabajito me costó. Muchas gracias de todo corazón pero el pendiente, Iñigo, no lo quiero perder, eh, por favor».
Casada con Antonio González 'El Pescailla', y madre de tres artistas: Lolita, Rosario, y el inolvidable Antonio, que no superó la muerte de su progenitora y falleció dos semanas después, Lola pronunció también la frase: «Seré eterna (...) Aunque yo muera seguiré viva». Y así sigue en la memoria de todos los que la conocieron y admiraron.
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