Un ciudadano filipino se crucificó este viernes por trigésimo año consecutivo en la localidad de San Pedro Cutud, al norte de Manila, para revivir la Pasión de Cristo tal y como aparece en la tradición cristiana.
Ruben Enaje formó parte de un grupo de una quincena de personas que se crucificaron en esa población para emular el sufrimiento bíblico de Cristo a manos de los soldados romanos, interpretados por locales disfrazados con cascos de metal y túnicas rojas. Antes de subir a la cruz, Enaje mostró los clavos de acero de más de 7 centímetros.
Enaje pasó en la cruz 11 minutos como penitencia, más del doble de los cinco minutos que se mantuvo clavado en años anteriores, según el diario Philippines Daily Inquirer. Una vez terminado el ritual, el filipino fue bajado de la cruz y trasladado en una camilla.
La crucifixión en San Pedro Cutud es una de las ceremonias de la Semana Santa que atrae más visitantes locales y turistas extranjeros en Filipinas, junto a Timor Oriental el único país asiático de mayoría católica.
8 comentarios
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aqui esta el fanatismo de las religiones, te cojen a un ( sonao) y le hacen hacer lo que quieras..
... otro ejemplo de que la religión no trae nada bueno a las personas, al enajenarlas y anularles el discernimiento.
Otro que tiene poquito que hacer !! seguro que es funcionario !!! eso sí no le quites ninguna paga extra, que se baja de la cruz y la monta
Otro fanático de la religión, religión que, probablemente, fue implantada en las islas por los españoles. Ya esta bien de folklore.
Y ahora al hospital q bonito !!asi esta la gente d la olla
Vale con la procesión de los picaos pero esto ya es una exageración. Un clavo da unos calambrazos tremendos y puede lesionar algún tendón.
Para lo que sirve...
Allá él, si esto le hace feliz. Hay gustos para todo. Esto si que es masoquismo de verdad...