Edibson se entrenaba ya este jueves para el campeonato de España | Pere Bota

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«Estaba muy asustada, no quería morir». Son palabras de Dami Edibson, una tenista mallorquina de 13 años que el martes estaba en la ciudad turca de Mersin jugando un torneo con la selección española femenina infantil cuando se produjo el atentado terrorista en el aeropuerto de Estambul.Está en casa desde el jueves, preparándose para el campeonato de España, pero las horas posteriores al ataque las recuerda «con mucho miedo».

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Antes de llegar a Turquía ya les advirtieron que pasaran el mínimo tiempo posible en lugares públicos, como el hall del hotel o los centros comerciales. Después del atentado, «el abuelo de una compañera la llamó para decírselo cuando estábamos en el hotel y, después de comprobarlo en internet con la capitana, intentamos llamar a casa, pero no funcionaba el wifi». Poco después consiguieron ponerse en contacto con sus familiares para buscar la mejor manera de regresar cuanto antes. «Primero nos dijeron que todos los aeropuertos estarían cerrados», cuenta esta joven tenista, «pero al final pudimos coger autobuses hasta la ciudad de Adana y de ahí un vuelo a Estambul, al aeropuerto que había sufrido el ataque». Tras cinco horas de espera en Estambul, el equipo voló a Barcelona, donde pasaron noche y desde donde Edibson viajó a Palma.

Allí le esperaba Dani Fuster, su representante deportivo, que asegura que la tenista «no volverá a Turquía si se celebran campeonatos allí» porque «no compensa el sufrimiento: ni el nuestro ni el de una niña de 13 años que ha estado allí asustada».