El huevo es un elemento muy presente en las tradiciones gastronómicas de todo el mundo. | Ultima Hora

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El huevo es un elemento básico en la cultura gastronómica de todo el mundo, y también cuenta con su Día Mundial. Acepta numerosas preparaciones y cocciones, siendo un recurso muy versátil para los cocineros, y además, a un precio bastante bajo. A su alrededor circulan diversos mitos que conviene clarificar.

-Se trata de un ingrediente muy completo, al acumular una amplia variedad de nutrientes, como proteínas altamente asimilables por el organismo, vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales. Estos últimos solo entran en nuestro cuerpo a través de la alimentación.

-El huevo no contiene hidratos de carbono, por lo que conlleva un bajo aporte calórico. De esta forma, la energía que nos aporta proviene principalmente de ácidos grasos que benefician la salud de nuestro corazón.

-Sus nutrientes están claramente diferenciados entre sus partes. La grasa, el colesterol y algunas vitaminas y minerales se encuentran mayoritariamente en la yema, mientras que la clara está formada casi en su totalidad por agua y proteína.

-Para poder beneficiarnos de todas sus ventajas nutricionales, el huevo debe cocinarse hasta que la clara esté cuajada. Los expertos en nutrición no recomiendan consumir grandes cantidades de huevo crudo, aunque cocinado puede comerse a diario.

-En determinadas ocasiones el huevo puede generar problemas de seguridad alimentaria. Un huevo almacenado, manipulado o preparado de forma inadecuada puede estar contaminado por Salmonella, siendo esta la principal fuente de entrada en nuestro organismo, donde la bacteria se reproduce causando la enfermedad denominada salmonelosis, que se manifiesta con vómitos, diarrea y fiebre elevada que puede superar los 40 °C.

-El control de la Salmonella en la producción de huevos se fundamenta en medidas de prevención de la contaminación de las aves, acompañadas por buenas prácticas de higiene en el manejo de la granja, controles periódicos y análisis de peligros y puntos de control crítico (APPCC).

-Podemos limitar estas intoxicaciones alimentarias a partir de unas sencillas pautas, entre ellas, conservar refrigerados los alimentos que lleven huevo, cocinar a temperatura suficiente los platos que incorporen este alimento, consumirlos inmediatamente tras ser elaborados, mantener una especial higiene y limpieza cuando se trata de cocinar con huevos y evitar la contaminación cruzada –por ejemplo, no reutilizar el recipiente o cubierto usados para batir los huevos para depositar la tortilla–.