Imagen de una prueba de control del azúcar en sangre. | DANIEL ESPINOSA

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La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina -hormona que regula el azúcar en la sangre- que produce. Cuando ocurre se produce la hiperglucemia -el aumento del azúcar en la sangre-, que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 422 millones de adultos en todo el mundo tenían diabetes en 2014. La diabetes provoca 3,7 millones de muertes, más de un millón por causa directa, y unos 2,2 millones por causas asociadas al incrementar los riesgos de enfermedades cardiovasculares y de otro tipo; un 43% de estos 3,7 millones de muertes ocurren en personas con menos de 70 años.

Ante estos datos un día como este lunes, que se celebra el Día Mundial contra la Diabetes, cabe preguntarse qué se puede hacer contra la enfermedad:

1.- Se ha demostrado que medidas simples relacionadas con el estilo de vida son eficaces para prevenir la diabetes de tipo 2 o retrasar su aparición. Para ayudar a prevenir la diabetes de tipo 2 y sus complicaciones se debe alcanzar y mantener un peso corporal saludable.

2.- Es recomendable mantenerse activo físicamente: al menos 30 minutos de actividad regular de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana; para controlar el peso puede ser necesaria una actividad más intensa.

3.- Es aconsejable consumir una dieta saludable, que evite el azúcar y las grasas saturadas.

4.- Además, debe evitar el consumo de tabaco, puesto que aumenta el riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares.

5.- La Administración debe dar prioridad a las medidas para prevenir el sobrepeso y la obesidad que traten de influir antes del nacimiento y durante la primera infancia; aplicar políticas y programas para fomentar la lactancia materna y el consumo de alimentos saludables y desalentar el consumo de alimentos malsanos, como los refrescos azucarados; crear entornos sociales y urbanísticos que apoyen la práctica de una actividad física.