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Médicos del Mundo ha lanzado '#TenUnGesto', una campaña de Navidad donde propone a la ciudadanía que cambie alguno de los gestos habituales de las fiestas por otro «muy especial», para que las personas refugiadas y migrantes tengan «una vida mejor», explica la ONG.

Algunos propuestas son regalar cuatro mantas gruesas a refugidos en vez de «otra corbata a tu cuñado», o tres consultas de primeros auxilios en vez de otra cena navideña. «Serán gestos que cambian realidades», añaden.

Así, en la campaña Médicos del Mundo recuerdan que miles de personas refugiadas y migrantes «no volverán a casa por Navidad, no disfrutarán de copiosas comidas con sus familias, no celebrarán el cotillón de año nuevo, no recibirán tarjetas de felicitación y no encontrarán regalos junto a ningún árbol».

Por ello, en el vídeo de la campaña proponen a los ciudadanos no regalar «otra vez una corbata que quedará olvidada en un cajón», ahorrarse un bono para el gimnasio en enero que «nunca se usará» o evitar una cena navideña más «cuando en realidad angustia sólo pensar en comer otro polvorón».

En su lugar, en esta web proponen cambiar esos gestos por otros que «cambian realidades» como cuatro mantas gruesas, tres consultas de primeros auxilios psicológicos o contribuir a comprar una carpa médica.

La difusión de esta nueva campaña de Médicos del Mundo será fundamentalmente digital, y se podrá seguir en redes sociales a través de la etiqueta mencionada. También se verá en las calles de algunas ciudades como Madrid, «gracias a la cesión de espacios para cartelería en los quioscos municipales», explica la organización.

La ONG recuerda que más de un millón de personas han llegado a Europa por mar donde «más de 4.600 han muerto en lo que va de año, mil más que en 2015».

Médicos del Mundo presta atención sanitaria a las personas migrantes y refugiadas durante toda su ruta desde el Mediterráneo a diversos puntos de Europa. «Para evitar, en primer lugar, que mueran, y después, para proteger a los más vulnerables entre los vulnerables: los niños y las niñas -que a menudo viajan sin sus familias-, las mujeres embarazadas o las personas mayores o con enfermedades crónicas».