España, deficitaria en el comercio de productos pesqueros, es el país de la UE que más panga importó en 2015, aunque su entrada disminuyó respecto al año anterior. | Greenpeace

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La cadena de distribución Carrefour ha anunciado que deja de vender panga desde este miércoles en sus hipermercados y supermercados en España, en línea con la decisión adoptada por el grupo francés en otros países europeos.

Así lo han asegurado fuentes oficiales de la compañía, que han explicado que ésta es una decisión adoptada «de forma preventiva» y que está «alineada con la de otros países del grupo».

A principios de esta semana, la división belga de Carrefour informó a través de un comunicado de que dejaba de poner a la venta panga -tanto fresco como congelado- debido a motivos medioambientales.

«Dadas las dudas que existen sobre el adverso impacto de las granjas de panga en el medio ambiente, hemos decidido dejar de vender este pescado y ya se han suspendido los pedidos», indicaba dicho comunicado.

La cadena de origen francés explicó que mientras la calidad del panga puesto a la venta era «impecable», había dudas sobre los mecanismos de control de las granjas donde se cultiva -la mayoría localizadas en Vietnam- para evitar que los residuos contaminen sus aguas.

España, deficitaria en el comercio de productos pesqueros, es el país de la UE que más panga importó en 2015, aunque su entrada disminuyó respecto al año anterior, según datos de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Casi todos los proveedores son de Asia, con Vietnam a la cabeza, seguido de Indonesia, Tailandia, Bangladesh y Birmania.

Las importaciones españolas de panga procedente de Vietnam alcanzaron 23.179 toneladas en 2015 y un valor de 47,6 millones de euros, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

El gerente de la Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos (Apromar), Javier Ojeda, ha declarado a Efeagro que la decisión de la multinacional no debe suscitar alarma sobre seguridad alimentaria, «ya que el pescado que se vende en la UE es seguro».