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Melissa Herrera, cocinera que trabajaba en Cala Rajada y que en la actualidad se ha establecido en Barcelona, ha sido la última expulsada del programa de Antena 3 «Top Chef». «Ha sido maravilloso estar ahí, estoy contenta. La vida me está dando cosas increíbles gracias a este concurso».

La granadina consideró que aparecer en este formato le ha dado alas. «Me veo como una mujer que se ha enfrentado a muchas situaciones, que tengo mucha fuerza», y aunque afirma que le hubiera gustado hacer mejores platos, se muestra «en general contenta» de su rendimiento culinario.

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De su paso por televisión recordará con cariño el día en la Albufera, donde se puso a pescar y a pesar de tener miedo al agua «lo di todo de mí», o el momento de incertidumbre a la hora de enfrentarse a un cactus para cocinarlo.

Sobre los cocineros con los que se ha encontrado, de un lado destaca que entre el jurado «congenié con Paco Roncero», aunque de todos se lleva los «consejos» y el «aprendizaje», que no finaliza aquí, sino que acaba de empezar.

Además, considera que «el rival más fuerte para mí era Víctor». «Es el más grande», considera, aunque «había momentos en el programa que notaba que tenía fuerza y veía que podía ganarle».