Se trata de la región de formación de estrellas más cercana a la Tierra, a sólo 1.400 años luz de distancia. | Pixabay

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Buscando planetas solitarios y estrellas fallidas, un grupo de astrónomos han encontrado con el telescopio Hubble lo que puede ser la pieza perdida de un rompecabezas cósmico.

El hallazgo, que corresponde al tercer miembro de un sistema estelar que se había roto, se produjo al crear una nueva imagen en mosaico de la Nebulosa de Orión.

La Nebulosa de Orión es la región de formación de estrellas más cercana a la Tierra, a sólo 1.400 años luz de distancia. Es un lugar turbulento, donde las estrellas están naciendo, los sistemas planetarios se están formando y la radiación desencadenada por las estrellas masivas jóvenes está tallando las cavidades en la nebulosa e interrumpiendo el crecimiento de las estrellas más pequeñas, cercanas.

Debido a esta turbulencia continua, Hubble ha observado la nebulosa muchas veces para estudiar los diversos procesos intrigantes que suceden allí. Esta gran imagen compuesta de la región central de la nebulosa, que combina datos visuales y infrarrojos cercanos, es la última adición a esta colección.

Los astrónomos usaron estos nuevos datos de infrarrojos para buscar planetas errantes -flotando libremente en el espacio sin una estrella madre- y enanas marrones en la nebulosa de Orión.

Las capacidades infrarrojas de Hubble también le permiten mirar a través de las nubes remolinos de polvo y gas y hacer las estrellas ocultas claramente visibles; las estrellas desveladas aparecen con colores rojos brillantes en la imagen final. Entre ellos, los astrónomos tropezaron con una estrella moviéndose a una velocidad inusualmente alta: unos 200.000 kilómetros por hora. Esta estrella podría ser la pieza perdida del rompecabezas de un sistema de estrellas que se había roto hace 540 años.

Los astrónomos ya sabían acerca de otras dos estrellas fugitivas en la Nebulosa de Orión, que probablemente formaban parte de un sistema de estrellas múltiples que ahora se ha extinguido. Durante años se sospechó que el sistema original contenía más que sólo estas dos estrellas. Ahora, en virtud del accidente y la curiosidad, Hubble puede haber encontrado la tercera pieza que falta de este rompecabezas cósmico.

Si la nueva estrella es realmente la que falta, y la última pieza del rompecabezas, requerirá observaciones adicionales. Así será la respuesta a la pregunta de por qué el sistema estrella original se rompió en primer lugar. Aunque hay varias teorías -interacciones con otros grupos estelares cercanos, o dos de las estrellas que consiguen estar demasiado cerca la una de la otra- ninguna se puede descartar o confirmar todavía.