Miles de personas llenaron las playas de Mallorca para disfrutar de la Noche de San Juan. Junta al mar realizaron coidas, hogueras, rituales y no faltó la música. | Pere Bota

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Miles de personas celebran este viernes la noche de San Juan, día en que, según dicta la leyenda, nació el apóstol San Juan Bautista, y lo hizo protegido por unas energías mágicas procedentes del solsticio de verano del día 21 del mismo mes (es el único santo por el que se celebra una festividad en el día de su nacimiento, ya que lo habitual es festejar el aniversario de sus muertes o el traslado de sus reliquias). Con leyenda o sin ella, residentes y turistas cumplieron con la tradición de llenar las playas en familia y con amigos en la noche más corta del año. Y todo ello, en torno al agua, el fuego y la magia.

En Can Pere Antoni, Ciutat Jardí, Can Pastilla y s’Arenal y en otras muchas playas de Mallorca, el público ha llenado los espacios con velas, torradoras, jaimas, tumbados sobre toallas, con mesas, sillas y tumbonas.

La Revetla de Sant Joan ha vuelto ha vivir sus horas de magia, donde los más supersticiosos realizan varios rituales para atraer la buena suerte o ahuyentar las malas energías de sus vidas. Entre ellos, saltar por encima del fuego (para tener protección todo el año), darse un baño en el mar (asegura la salud), encender dos velas rojas y escribir el nombre en un papel de la persona amada (será correspondido/a), o escribir todo aquello que queremos cambiar y echarlo al fuego (adiós a los malos momentos).

Entre supersticiones y costumbres, con la puesta de sol (hacia las 21.30 horas) ha comenzado una noche que se prolonga sin prisa. La noche más corta del año se convierte, un año más, en una de las más intensas.