Ahora el hombre tiene que enfrentarse a una acusación ante un tribunal por vigilancia ilegal y robo traicionero de la intimidad, según publicó Daily Mail en base a informaciones de New York Post, sin constar qué uso hizo el marido despechado del citado material.
No fue hasta varios meses después de toparse con la sorpresiva escena y de iniciar los trámites del divorcio cuando Donis recibió la información de que había sido acusado por un gran jurado.
«Es injusto lo que me están haciendo», manifestó al medio neoyorquino, puesto que ya se declaró culpable aunque la parte demandante apeló y debe enfrentarse nuevamente a una vista judicial a finales de septiembre.
27 comentarios
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Fue tonto, eso lo suyo es cuando los pillas en vez de llevar una camara de video es mejor llevar un reproductor de mp4 con la cancion de Malumba, lo hacemos los cuatro , le dices al jefe que llame a su novia o mujer te desnudas mientras la esperais y lo haceis los 4 a ritmo de regaetton, no hace falta ser un lumbreras para saber eso.
Que se le vaya la mujer tendría hasta que celebrarlo. Ahora se podrá ir a Cuba cuando quiera, irse con los colegas al tardeo de Santa Catalina y dormir a pierna suelta con toda la cama para el. Ya son ganas de hacerse daño y complicarse la existencia.
Si es que estos jefes son unos machistas (véase la ironía)
ENCIMA DE CORNUDO, APALEADO. SI HUBIERA ACTUADO COMO UN BUEN ESPAÑOL
Fotut i banyut
Pobre banyut i apaleado,nomes li falta ser balearico.
Los refranes que son pequeñas sentencias, ya dice "banyut i fotut".
Bueno, habría que ver dónde los pilló... Si fue en su propia casa lo tiene ganado, ya que es el domicilio familiar. Si entró a lo bruto en una habitación de un hotel, obviamente sí ha habido una violación de la intimidad y el domicilio de la otra persona. Lo que debería haber hecho el tal Donis es haberle presentado los papeles del divorcio nada más constatarse la infidelidad... Todo lo demás es flagelarse.
Como decía Obelix de los romanos: ¡¡estos yanquis están locos!!!
Antoni no lo podría haber dicho mejor.