Llama la atención su traje (bogu), que pesa entre cinco y siete kilos en el caso de los adultos. También cómo golpean con el shinai ?palo de bambú?, y con una agilidad asombrosa, en en el momento exacto. El ruido resulta estremecedor cuando dan golpes en los tres únicos puntos donde pueden hacerlo: en la parte superior de la cabeza (Men), lados derecho e izquierdo del torso (Do) y antebrazos (Kote).
Un grupo de 13 niños y niñas participaron en una de las clases de kendo que David Castro imparte en el local de la Associació Balear Gakushin, en Palma. Castro, con un largo historial de victorias en esta práctica (5º Dan, maestro en el dojo Kenshei de Mallorca, campeón de Europa individual y 2 bronces; campeón de Europa por equipos, 2 veces subcampeón; 7 veces campeón de España individual, 7 veces subcampeón, 2 bronces y 20 veces campeón de España por equipos) enseña a niños y adultos una disciplina cuyo origen se remonta a la época del Japón feudal. «Los niños se lo pasan muy bien. Hay a quien les viene el kendo por tradición o porque algunos de sus familiares ya lo practicaban. Les aporta disciplina y diversión. Intento mantener una serie de valores. No es un deporte peligroso, nunca hemos tenido ningún accidente. A los niños les compro, incluso, protectores extra para evitar cualquier contratiempo», afirma Castro momentos antes de comenzar una de sus clases.
Las distintas teorías que existen en torno al kendo, sus métodos de entrenamiento y técnica desarrollados por distintas escuelas se vinculan de alguna manera al Bushido (literalmente significa ?el camino del guerrero?). Se trata de un término de uso común durante más de los 200 años en que se prolongó el período Edo y que designaba un código ético vigente entre los samuráis.
Las clases se celebran en un local pequeño. Los niños y niñas llegan puntuales y comienzan a vestirse por marca el kendo. Antes de que comiencen, los alumnos realizan unos estiramientos (brazos, codos, rodillas). Después, los 13 alumnos (tres chicas y dos chicos) cogen su shinai y practican golpes en el aire. Es la antesala del comienzo de una ?batalla? para la que necesitan sus protectores de pecho y de cabeza, así como pesados guantes. Comienza la lucha por parejas, siempre bajo las indicaciones y de David.
3 comentarios
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Cuanta razon tienes @siurell.
David Castro ostenta, desde el 2014, el 6° dan..... Por ota parte, decir que "13 alumnos" son "tres chicas y dos chicos", no cuadra......
Las artes marciales tradicionales deberian estar mas implantadas en los colegios publicos. Aportan valores, seguriad, respeto y esfuerzo.