El monje debía llevar a cabo jornadas maratonianas por un nimio salario. | Pixabay

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Del estrés ya no se libran ni los monjes budistas. En un monasterio de Japón un monje ha presentado una demanda contra el propio centro por someterle a un exceso de trabajo hasta el punto de provocarle una depresión por la que, según su versión, tuvo que darse de baja.

El portal de noticias 3/24 informa de los hechos sucedidos en uno de los templos de Koyasan, epicentro del budismo en el país del sol naciente, donde un monje de 40 años trabajó en condiciones que lo llevaron al límite y por las que ahora exige una compensación que asciende hasta los 66.000 euros.

Según su relato, su día se iniciaba a las 5 de la madrugada atendiendo a los fieles que se hospedaban en el monasterio y a aquellos que acudían a rezar, y no paraba hasta bien entrada la noche. Siete años después de llevar este ritmo insostenible entró en una depresión que le obligó a pedir la baja y asegura que llegó a trabajar 64 días seguidos cuando la actividad en el centro religioso era más elevada.

Su abogado destaca que la ingente carga de trabajo que deben afrontar los monjes en los templos no se compensa con el salario que perciben.