Foto de grupo de los 37 niños con sus familias de acogida, ayer por la tarde en una de las salas de la sexta planta del aeropuerto de Son Sant Joan. | M. À. Cañellas

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Dos vuelos procedentes de Fráncfort y Kaunas trajeron este martes a Palma a 37 niños de Bielorrusia y Ucrania, que viven en zonas que fueron afectadas por la tragedia de la central nuclear de Chernóbil, en 1986.

Los menores pasarán dos meses con familias de acogida de Mallorca, que este martes esperaban impacientes en una sala de la sexta planta del aeropuerto de Son Sant Joan a que llegaran los niños tras haber pasado los controles de la aduana y recogido sus equipajes.

Entre estas familias de acogida se encontraban Amalia Soriano y su marido, quienes esperaban a dos niñas. «Éste es el sexto año que Tania estará con nosotros y Dasha ya vino también el verano pasado». Amalia añadía que tienen dos hijos de 25 y 22 años que tienen una relación estupenda con las niñas. «Lo que más les sorprende es la playa y, en cuanto a la comida, la diversidad de frutas que hay», comentaba esta vecina de Marratxí.

Tania vive en un orfanato y Dasha en una familia desestructurada y tiene nueve hermanos.

Pero no todo eran familias ‘veteranas’. Esperança Bennàssar es una joven que, al conocer la experiencia vivida por una amiga, se animó a acoger a una niña. «Los trámites han sido muy fáciles gracias a la labor de Esperança (Seguí, presidenta de la Asociación Per Ells)», explicaba. Esperança y su familia acogerán a Miraslava, una niña bielorrusa de 9 años de edad. «Desde la asociación nos han dicho que durante los primeros días no venga mucha gente a nuestra casa para que ella se vaya acostumbrando al ambiente familiar y que vaya a ‘escoletes’ de verano para que se relacione con otros niños).

Desde 2005, Per Ells organiza este programa. «El año pasado fueron 34 niños y éste, tres más, 9 de los cuales es la primera vez que vienen», comentaba Esperança Seguí, que no paraba de saludar a familiares y atendía al teléfono mientras esperaba a los niños. La presidenta de Per Ells destacó que éste era el primer año que reciben una ayuda del Govern, gracias a la Conselleria de Afers Socials.

Durante su estancia en Mallorca, los niños irán al pediatra gracias a un acuerdo con la Clínica Juaneda; visitarán a oftalmólogos de sa Pobla, que les realizarán revisiones y les proveerán de gafas en el caso de que las necesiten, y asociados del Colegio de Dentistas les harán una revisión y les empastarán las muelas si sufren caries.

Per Ells también ha logrado que dos niños estudien en Mallorca de septiembre a junio.