La mezzosoprano isleña Mª José Montiel junto al director de la Simfónica, Pablo Mielgo. | miquel a. cañellas

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Alrededor de 1.100 personas asistieron la noche del sábado a Concert de la Lluna a les Vinyes, un clásico del verano mallorquín organizado por la asociación Amics de la Infància que concilia música, gastronomía y solidaridad y que este año alcanzó su séptima edición. El concierto, cuyo cartel encabezaban la Orquestra Simfònica de les Illes Balears, el grupo vocal Cap Pela y la mezzosoprano Mª José Montiel, tuvo lugar en la bodega Macià Batle, en Santa Maria.

Paula Serra, directora general de Audiovisuales del Grup Serra, y Bernd Jogalla, director del Mallorca Magazin, presentaron el acto. En nombre de Amics de la Infància, agradecieron al público su asistencia y explicaron que el dinero recaudado se destinará a financiar varios proyectos de dicha entidad en Perú, Bolivia, India y Gabón.

Y, sobre todo, al mantenimiento de los Hogares Aynewasi, que acogen a niños y niñas de la calle en el pueblo de Ancón, cerca de Lima, en Perú. Ambos mostraron un especial agradecimiento al propietario y al director de Macià Batle, Sebastià Rubí y Ramon Servalls como anfitriones de la velada, y a la familia Jaume y «en especial a Miki, de Trui Espectacles, por su colaboración en el montaje del escenario y la infraestructura.

La velada arrancó con una versión del tema Bohemian Rapsody, de Queen, a cargo de Cap Pela y la Simfònica, dirigida bajo la batuta de Pablo Mielgo, su director. Durante la primera parte del concierto, el septeto vocal y la Orquestra alternaron canciones tradicionales mallorquinas (Sa madona de Son Carabassa, La dama de Mallorca) con temas de Joan Manuel Serrat (Plany de Mar, Mediterráneo) y otros compositores extranjeros, como por ejemplo Englishman in New York, de Sting.

La segunda parte estuvo protagonizada por la voz de Mª José Montiel, que interpretó temas clásicos operísticos –Dónde está mi amor, de ‘Sansón y Dalila’, o La Habanera, de’ Carmen’– con el acompañamiento de la Simfònica. El auditorio, dispuesto en torno a los viñedos, reconoció el talento de la mezzosoprano, de Cap Pela y de la Orquestra con unos sentidos aplausos. Antes de tomar sus asientos, el público tuvo la ocasión de degustar las especialidades gastronómicas que los distintos colaboradores aportaron y que prueban el compromiso de sus propietarios con el evento solidario.

Es el caso de Salvador Rodríguez, del Forn de ca na Teresa, que aportó panades, cocarrois y otros productos de respostería; de la familia Domenech, de Quely; también de Saul, de Turquesa Catering; de Guillermo, de Can Pintxo de Sóller; de la familia Capó, que participó con surtidos de frutos secos; y también de Sa Fàbrica de Gelat de Sóller, de Formatges Mercadal, de la cadena Tast y de Cuixot de Porc Negre.

Mención aparte merecen las bebidas, que corrieron a cargo de Coca Cola-Royal Bliss –desde refrescos hasta combinados– y, obviamente, Macià Batle, que ofreció un blanco elaborado a partir de cabernet sauvignon; el rosado Margalida Llompart y el tinto 1856. Por último, se debe reseñar la colaboración de Quirón Palma Planas, que facilitó una ambulancia, y de la empresa de seguridad GPS.

Fue un gran evento para la solidaridad que tuvo un lleno total en una noche mágica en torno a los proyectos de Amics de la Infància.