Imagen de la clásica goleta en la bahía de Palma. | Gabriel Alomar

TW
5

La estampa de un velero de leyenda destacó este miércoles fondeada en la bahía de Palma con la visita del Germania Nova, que cual ave fénix de la vela, ha renacido de sus cenizas en una réplica exacta del original de 1908. Una maravilla de antaño llena de romance, elegancia y glamour en todos sus aspectos. Y es que como si de una fantasía náutica se tratara, a primera vista al admirar su silueta, de estilizado casco con portillos y espigados mástiles para velas cangrejas y foques, pocos pueden pensar que se trata de una minuciosa reproducción.

Un sueño que se hizo realidad en 2011 gracias al nivel alcanzado por la Factoría Naval de Marín, en Galicia, puerto donde precisamente tiene su base el buque escuela Juan Sebastián Elcano. De la mano de diseñador Max Oertz volvió a surcar los mares el que fue mayor y más veloz velero de regatas alemán, el único que en su época podía compararse con el Meteor IV del kaiser Wilhelm II. En 1912 ganó 10 de 19 regatas en las que participó, quedando segundo tres veces. Al estallar la I Guerra Mundial fue capturado y vendido al banquero noruego C. Hannevic adoptando el nombre de Exen. Tras pasar por varios propietarios y con el nombre de Half Moon finalmente sucumbió a un huracán en los cayos de Florida en 1930, quedando clasificado desde entonces como un pecio preservado por su valor arqueológico.

El Germania Nova recrea ahora toda la magia del pasado en cada detalle y a lo largo de sus casi 60 metros de eslora es capaz, como su ilustre antecesor, de alcanzar los 15 nudos.