Cameron junto a su mujer y su hija.

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Hace tres años, Diandra Douglas aseguró en una entrevista a Ultima Hora que a nada que su hijo, Cameron, recobrara la libertad, vendría a Mallorca, a s’Estaca, el lugar en que paso su infancia y adolescencia, y del que tantas veces le habló mientras estuvo en presidio por su adicción a las drogas.

Pues bien, desde este jueves, Cameron está en s’Estaca, a donde ha llegado con su hija, Lúa, fruto de su relación sentimental con Viviana Thibas, profesora de yoga, que tanto ha contribuido a recuperar el tiempo que se dejó entre barrotes .

Cameron ofrece un aspecto físico que nada tiene que ver con el que tenía en sus tiempos de adición. La libertad ha hecho que cambiara la grasa por el músculo, a la vez que muchos tatuajes han terminado decorando su cuerpo.

Por otra parte se le ve feliz. El aire que respira a raíz de su libertad, le sienta infinitamente mejor que el que respiró entre rejas. Además, está claro que su experiencia carcelaria, resultante de unos años dedicado al consumo y trapicheo de droga –precisamente ese trapicheo, nos referimos al que llevó a cabo dentro de la cárcel, hizo que la condena de 5 años se incrementara en 2 más- le ha servido para enderezar el curso de su vida, dirigido irremisiblemente al abismo, haciéndole ver las cosas de otro modo, y aprendiendo que la droga no es el mejor compañero de viaje.

With Love

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A raíz de su libertad, ha proyectado su nueva imagen a través de las distintas redes sociales –especialmente Instagram-, en las que cuenta sus proyectos –algunos relacionados con el cine; él ya hizo una película, Cosas de familia, con su padre y abuelo, a los que lleva tatuados en su cuerpo- y reproduce algunas de las poesías que ha escrito a su novia e hija. También ha hecho saber a todos sus seguidores que está en Mallorca, y que desde su casa se contemplan las más bellas puestas de sol que uno pueda imaginar.