Paquita Ruiz durante un instante de la sesión fotográfica. | M. Romero

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Por sexto año consecutivo, la actual campeona de España de motociclismo Open 600, Paquita Ruiz, se coloca delante de la cámara del fotógrafo para ilustrar un calendario con el que obtendrá unos fondos que la ayudarán a sufragarse los gastos que le acarrea una temporada de nueve carreras, a razón de cinco mil euros cada una, lo que se traduce en 45.000 euros. Que se paga ella, pues la Federación Balear –y Española- no aportan ni un centimo. Y como tampoco encuentra patrocinadores que le echen una mano…. Pues ¡para cortarse la venas, vamos!

Sin embargo, ella sigue adelante. De momento le quedan dos pruebas para revalidar el título, Cheste y Jerez, «aunque ganando en Cheste, con un poco de suerte no voy a necesitar Jerez. Pero, por si acaso, me mentalizo en que hay que ir a las dos, y ganarlas».

500 calendarios

Pero es que hay más: en Mallorca tampoco tiene muchas facilidades a la hora de entrenar, «tan pocas, que voy a Cheste sin haber hecho ningún entreno, pues cuando quise hacerlo en el circuito de Llucmajor, no pude: estaba de obras».

Así que no le queda más remedio que volver ponerse en manos de los fotógrafos, los de Efecto, para que le hagan doce instantáneas que ilustren los meses del calendario de 2019, que luego ella, ya bien personalmente, ya bien a través de las redes sociales, tratará de vender a 15 euros unidad. Que como son 500, vendiéndolos todos, puede embolsarse 7500 euros, que le dan para una carrera y media. Que menos es nada.

¿Que de qué va este año el calendario? Los diseñadores y pensantes del mismo han decidido que combinara la moto con la lencería, buscándose como escenario una cochería. «Una vez posé en bikini y no quedó mal, por lo que pienso que lo de la moto y el casco con la ropa interior, puede ser una buena combinación».

Menos fotos y más ayudas

Para hacerlo, estuvieron trabajando prácticamente el último domingo. Enterito. De la mañana a la noche. Pero el esfuerzo ha valido la pena, pues las fotos son sensacionales, y si no, échenle un vistazo a las que ilustran este escrito, que no son las mejores, pues esas quedan para el calendario. Y lo mejor, según cuentan los fotógrafos, es que Paquita, posando con soltura y siguiendo las instrucciones que recibe desde detrás de las cámaras, facilita mucho su trabajo.

Le decimos en un alto en la sesión fotográfica, «que supongamos que llegas a ser campeona del mundo, ganando el título en un circuito del extranjero –que lo puedes ser-, y que como los medios de comunicación han estado comentando a diario ese campeonato que te va a dar el título, cuando llegas a Palma te encuentras con que el alcalde y el conseller de Cultura i Esports de la Comunitat te están esperando en el aeropuerto, para darte la enhorabuena. ¿Te sorprendería verlos allí?». «No, porque como se trata de salir en la foto, van. Cuando en realidad deberían ir menos a hacerse la foto y hacer más a favor de los deportes en general, y sobre todo en favor de los minoritarios, y más si quienes los que los practican son mujeres».

Acostumbrada al bajo presupuesto

Porque, abundando en lo que apuntábamos un poco más arriba, Paquita ha de correr con todos los gastos, desde comprarse la moto –la suya, la nueva, que es una Yamaha-RR 600cc , se la regaló su abuela, Juana Ferrer-, a pagarse los desplazamientos al lugar donde ha de competir, además de la estancia y la comida, «pero como vamos con lo justo, los reducimos al mínimo: dormimos en la furgoneta y nos llevamos unas torradoras y carne, para comer y cenar, cosa que hacemos en el mismo circuito. Pero estoy acostumbrada a eso, pues lo que me importa es ganar».

Por último, señala que ahora mismo no sabe cómo están las cosas en la Federación Balear, «y ni me importa… Es más, creo que el presidente ha dimitido… Pero tampoco me preocupa. No recibo muchos apoyos de la Federación».