El perro viajero ‘Pipper’, tiene más de 37.000 seguidores en las redes. | Teresa Ayuga

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Se llama Pipper, tiene 2 años y 4 meses y es un parson russell terrier que lleva viajando los últimos cuatro meses por toda España. Estos días se encuentra en Palma junto a su cuidador, Pablo Muñoz Gabilondo, (San Sebastián, 1972). «Hace dos años un amigo me regaló este perro y desde entonces comprobé las dificultades existentes en viajar con una mascota, aunque también vi las ventajas. Los perros nos humanizan. Se me acercan muchas personas y empezamos a hablar y a intercambiar experiencias».

Pablo y Pipper comenzaron su aventura en Salamanca y ya han visitado San Lorenzo de El Escorial, Zamora, Galicia, Asturias, León, Cantabria y el País Vasco. El objetivo de este viaje de un año de duración es recorrer 50 destinos emblemáticos de todo el país y dar pistas sobre qué visitar, dónde alojarse, cómo moverse y qué comer. «En cada lugar voy recogiendo experiencias porque en este asunto lo cierto es que España es un reino de Taifas. Por ejemplo, Gijón, a través de su ayuntamiento, ha puesto en marcha un programa en el que anima a los establecimientos a ser dog friendly a través de unas pegatinas que ofrece. Por contra, en Oviedo, situado en la misma comunidad autónoma y a 30 kilómetros de distancia, apenas hay tres o cuatro hoteles que admitan perros».

En cuanto a Palma, Pablo y Pipper se han encontrado con algunos hechos curiosos. «Los perros pueden subirse en los autobuses de la EMT, pero sólo en unas determinadas líneas, y nos han comentado que en los centros comerciales pueden entrar sin problemas, algo que no ocurre en la Península».