La segunda edición de la Survival Zombie reúne a cientos de personas en Capdepera, convertida en último bastión donde el ser humano puede sentirse seguro. | Javier Padilla

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Capdepera era el último bastión, la última esperanza, el último reducto donde el ser humano puede sentirse seguro. Para que así continúe siendo, un grupo de aguerridos luchadores se batieron la noche de este sábado contra las hordas de zombies que atestaban las calles del pueblo. Corrió la sangre, pero finalmente venció el instinto de supervivencia del ser humano, que una vez más se creció ante la adversidad e hizo lo que mejor sabe hacer: divertirse.

Todo comenzó el año pasado por estas fechas. La invasión de los Nihil sumió a la Isla en una situación de caos y violencia inusitada. Capdepera aguantó con algunos núcleos de resistencia de los supervivientes, que vieron el mejor momento para recuperar las calles para los que aún no están podridos.

Podría ser el argumento de una película y de hecho en cierta forma lo es de muchas, pero de lo que se trató en realidad fue de una noche de fiesta con los zombis y su ansia por los cerebros frescos como protagonistas. Las segunda edición de la Survival Zombie Capdepera reunió alrededor de un millar de personas, de muy diversas edades.

Puesta en escena

Con esos cerca de mil participantes, la acción comenzó hacia las nueve de la noche, después de que cientos de jóvenes fueran maquillados por miembros de la organización para crear la atmósfera perfecta. El lugar donde se daría comienzo la acción, la Plaça del Sitjar, se mantuvo en secreto hasta poco antes de la hora marcada.

Desde ese momento y hasta las tres de la madrugada tuvo lugar una acción desenfrenada y divertida en la que los que habían optado por ser supervivientes huían o se enfrentaban, según el valor, a los que se decantaron por interpretar el papel de zombis. Todo ello en un ambiente seguro y controlado por la organización, que garantizó una noche tan aterradora como entretenida.