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Los coches volarán y nos alimentaremos a base de pastillas de colores. Algunos pensaban, a finales del siglo pasado, que ese sería el futuro que nos aguardaría en los primeros compases del siglo XXI. Hoy no todos los componentes de aquella utopía futurista tienen visos de cumplirse de forma inmediata, aunque tenemos teléfonos inteligentes que nos hacen la vida más fácil, a las redes sociales que nos permiten estar interconectados y acceder a aquello que nos interesa y a Amazon y a su zeppelin repleto de drones de reparto.

La tecnología nos abraza y ocupa cada vez más espacios de nuestra vida, eso es una obviedad. No hace falta mencionar ejemplos, porque todos los tenemos bastante presentes. Sin embargo, en las últimas horas, un vídeo se ha viralizado de forma extraordinaria en las redes sociales. Un vídeo curioso, que muestra la supuesta forma de proceder de la compañía, dando una vuelta de tuerca más al comercio electrónico.

Las imágenes de un gran dirigible con la imagen corporativa de Amazon surcando el cielo recorrieron las redes sociales. De él salían numerosos pequeños drones que revoloteaban a su alrededor, aquí y allá, supuestamente para hacer llegar sus productos a sus destinatarios.

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Las imágenes sorprendieron y emocionaron a más de uno; lo que ocurre es que el vídeo no es tal. Es decir, es un montaje audiovisual. Llamativo y técnicamente bien elaborado, pero montaje al fin y al cabo.

Este proviene de un tuitero japonés (@zozi009), que publicó las imágenes acompañadas de un mensaje en su idioma materno y también en inglés, algo que propició que las mismas empezaran un vertiginoso recorrido por las redes de todo el mundo. Posteriormente alguien en España lo rescató, y ese vídeo en particular tiene millones de reproducciones, así como bastantes comentarios más o menos jocosos, como el de quien propuso añadirle una pista de audio con la Marcha Imperial de Star Wars.

Este tema visualmente atractivo y sugerente en cuanto al interés tecnológico y casi novelesco que suscita nos aporta aún otra reflexión más, muy en boga en los días que corren. Esta es la proliferación de las fake news, que nos rodean por todas partes.

Como ya se ha dicho en tantas otras ocasiones, no hay que creerse a pies juntillas todo lo que se ve o se oye por ahí, y las redes sociales no son una excepción sino más bien al contrario.